Un almacén de Estanterías Convencionales para Carga Paletizada está formado por alineaciones de bastidores colocados verticalmente y conectados entre sí por pares de largueros que, a su vez, se encuentran espaciados en altura lo suficiente para alojar las Unidades de Carga previstas.
La carga ejerce un peso sobre la estantería que se transmite primero a los largueros, mediante los conectores se transmite desde largueros a bastidores y desde ahí hasta el suelo mediante los puntales a través de las placas bases. La capacidad de carga de bastidores y largueros depende siempre de sus dimensiones, de los materiales de fabricación y de la estructura del sistema montado. Las alineaciones de Estanterías aumentan su estabilidad y rigidez al agregar al conjunto arriostrados verticales entre bastidores y horizontales entre pares de largueros, sin olvidar la importancia del anclaje del puntal al suelo.
El uso y explotación de las instalaciones de estanterías convencionales sin una adecuada atención puede conducir a interrupciones del servicio, condiciones de trabajo inseguras y daños a la instalación y/o al medio ambiente.
Para evitar estos contratiempos además de atender a las recomendaciones de los fabricantes de las estanterías y los medios de manutención se deberá planificar una actividad de inspección periódica orientada a:
Las consideraciones que se exponen a continuación están orientadas a proveer el material suficiente para la elaboración de estos planes evaluando los riesgos, las causas y las medidas a tomar en cada caso.
Para establecer las vías de un correcto y seguro uso, atenderemos a los cinco aspectos fundamentales:
1.- Características de la instalación
Estas características son establecidas por el fabricante conforme a los requerimientos solicitados y determinan la capacidad de carga de la instalación y cada uno de sus componentes para una configuración dada. Las características fundamentales son:
Las características expuestas demuestran que acciones como la apertura de pasillos, variaciones de la separación entre niveles o incorporación de elementos de otras instalaciones deben ser estudiadas meticulosamente y evaluadas incluso por el fabricante de la instalación.
Otros factores a tener en cuenta son:
2.- Unidad de carga
La carga debe ser estable, compacta y uniformemente distribuida, sin que puedan ocurrir desprendimientos de la mercancía o inclinaciones inseguras. Las dimensiones de la unidad de carga deben permitir las holguras en los alvéolos y estar acordes con las horquillas de las carretillas.
La paleta o palet debe responder a un modelo estándar y apoyar en los largueros con suficiente superficie y con los tacos correctamente situados.
No deben estar en circulación paletas rotas o con tablas desclavadas, las paletas en espera deben estar almacenadas donde no se puedan deteriorar y separadas de las que ya se han desechado para que estas últimas no reingresen a la circulación.
3.- Manipulación de la carga
Durante la manipulación de cargas se corre el riesgo de golpes, colisiones, empujes, arrastres y posicionado brusco de las cargas. Estos factores al partir de una masa considerable en movimiento, derivan daños a las instalaciones de estanterías.
Aunque estas maniobras incorrectas son acción directa de la carretilla por norma general son el producto de la influencia de otros factores:
4.- Adiestramiento del personal.
Este factor se considera como muy importante para el buen
uso de la instalación. Se recomienda que el personal que maneja la carretilla
reciba la formación y el adiestramiento debidos, en materias como:
5.- Almacén.
El almacén deberá cumplir los requisitos mínimos siguientes:
Inspecciones periódicas a considerar
Ya definidos los cinco factores para tener en cuenta a la hora de prevenir daños en las estanterías convencionales para cargas paletizadas nos referiremos a la identificación de daños mediante inspecciones periódicas.
Se pueden considerar tres tipos de inspecciones diferentes por su período y meticulosidad. Estas inspecciones generarán un reporte de daños siendo el inicio de un ciclo de identificación - aislamiento - retiro - reposición del elemento dañado.
Los tres tipos de inspección definidos son:
Inspección semanal : Chequeo visual de los niveles inferiores (1º y 2º) cuyo contenido incluirá la calificación de los daños.
Inspección mensual : De mayor alcance, para todos los niveles de la estantería.
Inspección anual: Realizada por personal competente y experimentado en esta actividad.
Estas inspecciones estarán orientadas a los elementos de la
instalación definidos como críticos y que se refieren a continuación:
Al identificar daños en estos elementos se debe identificar por qué existe una sobrecarga en los mismos, además de la violación de la carga máxima permitida existen otros factores que también pueden estar provocando sobrecargas en la estantería, entre ellos los más comunes son:
Riesgos más comunes en las instalaciones.
Cabe destacar tres diferentes tipos de riesgos principales:
1.- Debidos al diseño: Holguras inadecuadas, anchos de pasillo insuficientes, ausencia de protecciones, etc.
2.- Debidos al montaje: Desalineación de estanterías, colocación incorrecta de largueros, etc.
3.- Debidos al uso y al equipo de manutención: Sobrecargas de largueros y bastidores, golpes y empujas a largueros, inestabilidad de cargas, mal acondicionamiento del almacén, mal adiestramiento del personal, etc.
En las inspecciones realizadas se considerarán daños graves en los bastidores los siguientes casos:
- Puntales doblados, en la dirección del plano del bastidor, con flecha en un metro igual o mayor 3 mm. Con regla menor de 1 m. la flecha proporcional correspondiente.
- Puntales doblados en la dirección del plano de los largueros, con flecha en un metro igual o mayor de 5 mm. Con regla menor de 1 m., la flecha proporcional correspondiente.
- Deformaciones en los elementos de la celosía, en cualquier dirección, igual o mayor de 10 mm de flecha.
- Si se observan pliegues, desgarros o dobleces, el bastidor se considera inutilizado, cualquiera que sea la flecha medida.
Si existe presencia de estos factores, pero no se llega a los límites indicados, se debe tener presente que la capacidad de carga del bastidor ha quedado muy mermada. En caso de duda se descargará el bastidor.
Se considerarán como daños graves en largueros :
- Deformación residual vertical mayor que el 20% de la deformación o flecha nominal (L/200) bajo carga.
- Deformación lateral residual mayor que el 40% de la deformación o flecha nominal vertical bajo carga (l/200).
- Las soldaduras de los conectores presentan agrietamientos o desgarros.
- Una o más uñas de un conector se presentan arrancadas, abiertas o visiblemente agrietadas.
Se entiende por deformación residual, la flecha que permanece después de la descarga de los largueros y en todos estos casos el larguero afectado debe ser descargado y repuesto. Los daños localizados en forma de abolladuras, hendidos, etc., deben ser evaluados en cada caso. Si existen dudas el larguero debe ser descargado y repuesto.
La clavija de seguridad ha sido concebida para evitar que un larguero se desencaje total o parcialmente de su alojamiento, por empuje accidental vertical al maniobrar en un hueco de carga o alvéolo. Es pues imprescindible que todos los largueros tengan sus clavijas siempre colocadas.