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Altillos de almacenes, introducción y clases.

Alvaro Pina Muñoz • 15 de octubre de 2019

La importancia que tiene el máximo aprovechamiento del espacio en el diseño de almacenes, centros logísticos y centros productivos requiere soluciones que permitan acceder a los puntos más altos.

Para ello, una posibilidad es instalar estructuras fijas o estructuras autoportantes en los espacios disponibles a las que se denomina "altillos". Las estructuras fijas se construyen generalmente de hormigón y las autoportantes son siempre estructuras metálicas.

Estas estructuras, cuando son autoportantes, se sustentan sobre vigas y estas a su vez sobre pilares ubicados con diferentes luces en función de la carga a almacenar y en otros casos se apoyan en las propias estanterías (cenitalmente o lateralmente).

Con esta segunda solución se garantiza tanto el almacenaje de los productos así como el acceso a los mismos en cualquier ubicación que se encuentren en el almacén.

Cuando se realizan en hormigón, la base del piso suele ser una placa alveolar apoyada en las vigas y estas, a su vez, apoyadas en los pilares.

Así pues, existen dos tipos de altillos: Los que se apoyan en estanterías y los que se apoyan en pilares propios independientes o diáfanos.

En el primero de los casos, estas estanterías o altillos constituyen una estructura formada por una combinación de perfiles conformados en frío, con perfiles laminados en caliente opcionalmente galvanizados. Este tipo de estructuras, también llamadas pasillos elevados, solucionan las necesidades de espacio doblando, triplicando, etc, la superficie útil productiva para el almacenaje y muy especialmente la enfocada a un trabajo manual.

Por otra parte los altillos, de tipo diáfano, permiten construirse de dos o más niveles, pudiendo crear espacios con grandes luces entre pilares de hasta 10 m y cargas de hasta 1.000 kg/m² uniformemente repartidas. Se utilizan sobre todo para su uso como oficinas y áreas de gestión y de producción, vestuarios, o cualquier otra necesidad operativa (incluido el almacenamiento).

Existen diferentes sistemas de construcción y montaje de altillos, por ejemplo un sistema de altillos modulares se puede ensamblar íntegramente mediante tornillería sin necesidad de soldar los perfiles; sin embargo generalmente este sistema de ensamblado no suele estar diseñado para luces entre pilares muy grande: por un lado no lo está de acuerdo con el proceso de cálculo estructural pero también porque el montaje “atornillado” suele estar ligado a una cierta facilidad en el montaje de los elementos estructurales y para este propósito, estos no deben ser muy pesados.

Así pues, cuando un sistema de altillos se construye para soportar grandes cargas de almacenaje, se recurre a un montaje mixto de atornillamiento y soldadura.

En cualquiera de los casos, las estructuras deben facilitar el paso y la ocultación del cableado eléctrico, de la red de voz y datos, de las conducciones de agua, aire, gas; así como la instalación de sistemas para la extinción y/o detección de incendios.

Las partes principales de un altillo de tipo diáfano pueden verse en el siguiente gráfico:

Ventajas de utilización.

El empleo de altillos en instalaciones industriales con fines de almacenaje resulta ventajoso debido a las siguientes cuestiones:

  • Es totalmente desmontable y desplazable, porque su estructura no está vinculada en ningún punto a la de la nave industrial en la que se instala, todos sus elementos se recuperan y es relativamente fácil modificar su estructura, dimensiones o emplazamiento.

  • Montaje rápido, fácil y limpio por lo que agiliza la puesta en marcha de las instalaciones: con una entreplanta modular (atornillada) el tiempo de ejecución del montaje se reduce frente a otra soldada o de obra en más de un 60%.

  • Asimismo se facilita el mantenimiento de las instalaciones por la facilidad de acceso al cableado.

  • Reduce el costo de las instalaciones por m²: una entreplanta modular es una alternativa efectiva al costo de una nueva construcción.

  • Soluciona de forma eficaz las necesidades de espacio doblando la superficie útil productiva mediante un sistema de pilares y perfiles que permiten construir dos o más niveles.

  • Optimiza al máximo las instalaciones creando espacios con grandes luces entre pilares de hasta 10 m y cargas de hasta 1.000 kg/m² uniformemente repartidas.

  • Facilita la sectorización de áreas de producción, oficinas, vestuarios, locales técnicos o zonas de almacenaje.

  • La gran variedad de medidas, tipos de pisos, sistemas constructivos, etc. permiten que estas estructuras se puedan adaptar fácilmente a las necesidades concretas de cada cliente.

  • Se pueden complementar con diferentes sistemas de estanterías existentes.

  • Se pueden combinar con plataformas elevadoras o montacargas que faciliten el acceso de la mercancía a las distintas plantas.

El campo de aplicación de este tipo de estanterías es muy variado, pueden emplearse como:

  • Almacenes de repuestos.

  • Almacén de e-commerce.

  • Almacenes de suministros industriales y ferreterías.

  • Almacenes de alimentos.

  • Archivos.

  • Librerías.

  • Almacenes de paquetería.

  • Almacenes para prendas colgadas.

  • Otros usos.

De cada tipo de aplicación que se le de a la estantería dependerá su diseño arquitectónico y estructural, debido a que incide aquí como variable fundamental las cargas que va a soportar la estructura. Por ejemplo no resulta igual la carga de un almacén de alimentos que la carga de un almacén para prendas colgadas.

A continuación se muestran los porcentajes de ventas de altillos de una conocida firma en función de la capacidad de carga de los mismos.

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